Alejandro Sawa, la bohemia como tormento y eucaristía
A él se le debe la encarnación del esperpento que ‘sistematizó’ el genial Valle-Inclán. Poeta bendecido por Verlaine en París, hizo de la escasez una…

Hoy regresa el periodismo, acosado por la revolución digital y la quiebra del crédito lector, a su estado natural de crisis, a su precariedad invencible. Pero los jóvenes que la padecen no tienen vocación de bohemios: añoran un puesto fijo, una tribuna respetada, una audiencia expectante y un sueldo seguro. Creen que el periodismo es una profesión noble que merece todas esas cosas. No opinaban lo mismo los plumillas españoles que pasearon su orgullo destartalado por el Madrid «absurdo, brillante
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