Descubren en unas placas de tiza en Stonehenge unas espectaculares obras de arte neolíticas

En el pasado, algunos sugirieron que los patrones lineales eran aleatorios mientras que otros apuntaron a que era «arte alucinógeno», es decir, llevado a cabo bajo la influencia de hongos

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar

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Stonehenge es uno de los monumentos prehistóricos más importantes no solo de Reino Unido, sino del mundo, y lo que queda de él y que puede disfrutarse hoy en día es la etapa final, según los expertos, de un proyecto de cuatro partes que se completó hace unos 3.500 años. Entre 1968 y el 2017, se descubrieron en el recinto cuatro placas de tiza neolíticas con ilustraciones que hasta el momento se consideraban simples grabados hechos al azar, pero un estudio ha concluido que son uno de los ejemplos más espectaculares de obras de arte neolíticas bidimensionales, ya de por sí una rareza en Gran Bretaña. Las imágenes descubiertas en la superficie de las placas han sido mapeadas por investigadores

 de Wessex Archaeology, cuyos hallazgos completos se publicaron en la revista Proceedings of the Prehistoric Society, y han sido fechadas por los científicos de English Heritage entre el 2900 a. C. y el 2580 a. C.

Las placas de Stonehenge, que fueron enterradas en un pozo a unos dos kilómetros del monumento, han provocado desde su descubrimiento la curiosidad de muchos especialistas, que ahora la han visto por fin satisfecha gracias a las avanzadas técnicas de imagen que han revelado diseños geométricos subyacentes que según los autores del estudio fueron ejecutados por artesanos que tenían «una variedad de habilidades artísticas». En el pasado, algunos sugirieron que los patrones lineales eran aleatorios mientras que otros apuntaron a que era «arte alucinógeno», es decir, llevado a cabo bajo la influencia de hongos. Para hacer el mapeo se utilizó una técnica llamada RTI, que no requiere contacto directo con las superficies estudiadas ya que lo que hace es trazar miles de millones de puntos de datos relacionados con subidas y bajadas microscópicas de la textura de la superficie de las placas. Las imágenes muestran estos puntos en diferentes colores, que representan luces y sombras y que acaban por ofrecer una imagen fiel del dibujo original.

Bob Davis, autor principal del estudio, explicó que «el pozo de placas de tiza, descubierto en 1968, fue uno de los descubrimientos más importantes del arte de tiza del Neolítico tardío en Gran Bretaña» y añadió que «durante las últimas cinco décadas hemos visto placas adicionales descubiertas en la región de Stonehenge que han ayudado al estudio». «Anteriormente, las placas de tiza se documentaron con ilustraciones dibujadas a mano y eran difíciles de reconstruir debido a la erosión», detalló Davis, quien apuntó que «el avance de la tecnología ha hecho posible comprender características de las placas nunca antes vistas, lo que nos ayuda a comprender el proceso creativo de estos artistas prehistóricos». Según el estudio, los diseños se basan en objetos y herramientas del mundo real conocidos por el artista en su época, lo que para David, profesor de arqueología de la Universidad de Cambridge, hace que las placas representen «un importante marcador cultural sobre el período Neolítico».

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